Descripción
El propósito explícito de este trabajo del prestigiado economista y filósofo indio Amartya Sen parecería ser relativamente modesto: -esclarecer cómo podemos plantearnos la cuestión del mejoramiento de la injusticia, en lugar de ofrecer respuestas a las preguntas sobre la naturaleza de la justicia perfecta-. El verdadero objetivo de la obra, sin embargo, es de mucha mayor envergadura: ofrecer una nueva (y conceptualmente más amplia) teoría de la justicia que pretende subvertir, entre otros, el paradigma teórico propuesto hace ya casi cuatro décadas por John Rawls en su Teoría de la justicia (1971) y que es la base del pensamiento conocido como liberalismo igualitario.
En esta obra, Sen (Santiniketan, 1933) combina magistralmente su formación de economista con sus amplios conocimientos de filosofía política y moral. A lo largo del texto cabalga entre la filosofía política pura y la teoría de la elección social, a la cual él mismo ha hecho importantes contribuciones y por las cuales le fue otorgado en 1998 el Nobel de Economía. Y es quizás esta ventaja comparativa de Sen, la del manejo simultáneo de los conceptos filosóficos y del lenguaje y la profundidad analítica de la elección social, la que lo pone en una situación apropiada para analizar la idea de justicia desde una perspectiva distinta a la de sus predecesores.
Sen comienza identificando dos tradiciones distintas en el pensamiento filosófico sobre el concepto de justicia. Por un lado están aquellos que tratan de identificar un arreglo institucional justo para la sociedad. Esta tradición parte originalmente de la obra de Hobbes y fue posteriormente desarrollada por pensadores como Locke, Rousseau, Kant y, más recientemente, por el propio Rawls y por Nozick, entre otros. Esta línea de análisis (el institucionalismo trascendental) se caracteriza por tratar de identificar o definir lo que se considera una justicia perfecta, así como los arreglos institucionales que podrían garantizar su consecución.
Por otro lado, existe una línea de pensamiento que analiza la justicia desde un enfoque fundamentalmente comparativo entre los resultados observados (o realizaciones) en distintas sociedades (existentes o potenciales). Esta línea de pensamiento incluye a autores tan dispares como Adam Smith, Condorcet, Bentham, Marx y John Stuart Mill. De acuerdo con Sen, el análisis comparativo de todos estos autores parte de una preocupación común: ¿cómo reducir la injusticia observada?
Una vez hecha esta importante distinción, Sen se alinea abiertamente con la segunda de estas tradiciones (la -otra-, como le llama, para distinguirla de la tradición intelectual predominante). Con esta distinción puede comprenderse mejor el punto de partida que plantea Sen desde el primer párrafo de su libro: -Lo que nos mueve, con razón suficiente, no es la percepción de que el mundo no es justo del todo, lo cual pocos esperamos, sino que hay injusticias claramente remediables en nuestro entorno que quisiéramos suprimir.-
De esa forma, en el enfoque adoptado por Sen se vuelve clave un aspecto fundamental: ¿cómo identificar la injusticia reparable? Para lo cual, obviamente, es esencial tanto el concepto de justicia utilizado como la posibilidad de hacer comparaciones entre diferentes realizaciones. Y es precisamente aquí donde Sen plantea su puntual y contundente crítica al enfoque rawlsiano (y, en general, a todo el institucionalismo trascendental). La crítica se dirige a dos aspectos esenciales: la factibilidad de identificar un acuerdo trascendental único y la redundancia de dicho acuerdo.
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